Dios es un DJ. La realidad es una rave. La vida es una fiesta de la que no podemos escapar, ni excusarnos, ni siquiera mirar hacia otro lado. Solo bailar, bailar y bailar hasta quedar exhaustos.
Dios es un DJ. La realidad es una rave. La vida es una fiesta de la que no podemos escapar, ni excusarnos, ni siquiera mirar hacia otro lado. Solo bailar, bailar y bailar hasta quedar exhaustos. No es una peli de Greenaway, no es una clase de filosofía, no es la verdad de la vida, de la milanesa, el sentido del mundo, la demostración cuántica de que todo es absurdo, de que para la felicidad nada en el mundo ni en el universo está preparado. Es todo eso y mucho más. Es un ejercicio de malabarismo. La búsqueda de un sentido, un camino, una guía, un mapa, entre tanto sinsentido. Si salís indiferente, te devolvemos el precio de la entrada.